Están mojados , es decir, los pobres, despojados de sus ropas y expulsados ​​de sus casas; con los aguaceros de los montes. Con el agua de lluvia que, en grandes aguaceros, desciende de las rocas o de las montañas a las cuevas o agujeros en los lados de ellos, adonde han huido en busca de refugio. Y abrazar la roca. Es decir, se alegran cuando pueden encontrar una caverna, o una hendidura de una roca, en la que puedan tener alguna protección contra las inclemencias del tiempo, y un escondite de la furia de sus opresores.

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