Avergonzaos, labradores. Avergonzaos de confusión al ver defraudadas todas vuestras esperanzas y ningún fruto de vuestro trabajo; para no encontrar nada de aquello de lo que se habían asegurado. Aullad, viñadores. Esto debe referirse a lo que se dice en el versículo siguiente, y no a las palabras que siguen inmediatamente, que pertenecen a los labradores, como tema de su lamentación; como la vid, secándose, fue la causa del dolor de los viñadores. Porque la alegría se ha secado de los hijos de los hombres por falta de comida y vino. O se refiere al gozo que solían mostrar en la recolección de los frutos de la tierra.

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