El cual secó de delante de nosotros. Es decir, no solo ante Josué mismo y Caleb, entonces vivo y presente, sino ante toda la nación de los israelitas. Porque este beneficio hecho a sus padres se dice justamente que se hace a ellos mismos, tanto porque estaban entonces en los lomos de sus padres, como porque estaba destinado a redundar en beneficio de ellos, y de su posteridad, para las últimas generaciones. Magnifica enormemente las misericordias posteriores compararlas con misericordias anteriores; así, por la presente parece que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

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