Dios te ha dado para que lleves la iniquidad de la congregación. Se les dio como un estímulo y una recompensa por el cumplimiento cuidadoso de esa parte de su deber, por el cual expiaron, cargaron y quitaron los pecados del pueblo por medio de ofreciendo esos sacrificios, por los cuales, como típico del sacrificio del Mesías, Dios se reconcilió con los oferentes penitentes y creyentes.

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