He aquí, fue quemado. Esto justificó la sospecha de Moisés de que se podía cometer algún error en las cosas santas; pues al preguntar, descubrió que los sacerdotes habían quemado sobre el altar las partes de la ofrenda por el pecado del pueblo que debían haber comido, Levítico 6:26 ; Levítico 6:29 . Estaba enojado con Eleazar e Ithamar Moisés, no dispuesto a agravar los dolores de su hermano Aarón, no le dice nada, pero se queja con sus hijos por su negligencia. Sin embargo, sabía que la reprimenda, aunque dirigida a ellos, también le preocuparía a él.

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