Que no seamos más un reproche, expuestos a los desprecios e insultos de la gente de alrededor. Les hablé de la mano de mi Dios, etc. Es decir, les informó lo favorable que Dios le había hecho el rey, y qué discurso había tenido con él, y qué autoridad y comisión había recibido de él. Dijeron: Levantémonos y edifiquemos Comencemos y procedamos con vigor, diligencia y resolución, como aquellos que están decididos a seguir adelante con la obra. Fortalecieron sus manos, las suyas y las de los demás.

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