Escucha, oh nuestro Dios, Nehemías aquí interrumpe la relación, para mencionar la oración que hizo en la ocasión. Vuelvan el reproche sobre su propia cabeza. Que sean realmente tan despreciables como nos representan. Esta y las siguientes peticiones deben parecernos duras a nosotros, a quienes el Señor Jesús nos enseñó a amar a nuestros enemigos, a bendecir a los que nos maldicen y a orar por los que nos maltratan y persiguen. Probablemente fueron pronunciadas más por un espíritu de profecía que por un espíritu de oración, y deben considerarse como declaratorias de los juicios de Dios contra los perseguidores. Ciertamente tuvieron su logro en la subsiguiente condenación de estas naciones. Y darlos por presa en la tierra de su cautiverioQue sean sacados de nuestro vecindario y llevados cautivos; y que no encuentren ningún favor, sino más severidad. O bien, entrégalos como presa a sus enemigos, y que éstos los lleven a la tierra del cautiverio. Y no encubras su iniquidad. Que su iniquidad esté en tus ojos, para traer juicios sobre ellos, para que sean reformados, o que otros sean advertidos por su ejemplo. Se dice que Dios cubre u oculta el pecado, cuando se abstiene de castigarlo. Porque te han provocado. No sólo nos han provocado a nosotros los constructores, sino también a ti. O han provocado o ridiculizado a los constructores en su cara;es decir, abierta y descaradamente, en desprecio de Dios, y de esta obra, que es realizada por su dirección y aliento. Nehemías, en estas peticiones, si son peticiones, y no predicciones, como se acaba de insinuar, no debe ser imitado por nosotros, sino más bien por él, cuyos discípulos profesamos ser, y quien, cuando está en la cruz, y bajo las más amargas agonías, oró fervientemente por el perdón de los que lo crucificaron.

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