Además, desde que fui nombrado gobernador había mencionado su propia práctica, como un aliciente para que los nobles no cargaran a los pobres, no, no con justas exigencias; y aquí relata más particularmente cuál era su práctica, no por orgullo o vanagloria, sino para excitar tanto a sus sucesores como a los magistrados inferiores a ser tan tiernos como pudiera ser de la comodidad del pueblo. Doce años No es que hubiera permanecido tanto tiempo a la vez en Jerusalén; pero durante tanto tiempo había gobernado a los judíos, solo cuando estaba presente, y en su ausencia por medio de diputados. Yo y mis hermanos Mis compañeros oficiales y diputados, quienes, según iban a hacer mi trabajo, podrían haber exigido mis derechos; no he comido el pan del gobernadorNo he tomado la concesión que, según las leyes de Dios y de las naciones, y del rey de Persia, los gobernadores pudieran exigir. Es perfectamente razonable que los que hacen negocios públicos se mantengan a cargo de la carga pública. Pero Nehemías no aceptó ese mantenimiento, porque vio que sería gravoso para sus compatriotas; pero vivía de sus propias propiedades, que tenía en Judá, o de las riquezas que había adquirido en Babilonia, cuando era copero del rey.

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