Los primeros gobernadores No Esdras, que no era gobernador, ni Zorobabel, sino otros entre él y Nehemías, a quien se abstiene de nombrar; eran imputables al pueblo Cuán imputables habían sido y cuán caro había pagado el país en beneficio de su gobierno, el pueblo lo sabía bien. No es nada nuevo para aquellos que están en lugares de confianza, buscar a sí mismos más que el bienestar público, es más, y servirse a sí mismos sobre la pérdida pública. Además de los cuarenta siclos de plata que pedían a la gente todos los días para sufragar sus demás gastos. Sí, incluso sus sirvientes tenían dominio sobre la genteLos gobernó con rigor y crueldad, y les exigió lo que quisieron, mientras sus patrones se confabulaban en sus exacciones. Así, la culpa de los sirvientes recae sobre sus amos, porque no los refrenaron. Pero yo no, por el temor de Dios, Él temía la majestad de Dios y temía ofenderlo, y por lo tanto no había hecho lo que hicieron los gobernadores anteriores. Aquellos que verdaderamente temen a Dios no se atreverán a hacer nada cruel o injusto. Y este no es solo un principio poderoso, sino aceptable, tanto de justicia como de caridad.

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