No se abran las puertas hasta que caliente el sol, hasta que sea un día claro y amplio; cuando la gente estará lista en caso de un asalto. Mientras estén de pie junto a los guardias designados a tal efecto. Nehemías estaba ahora a punto de regresar a la corte, y dejó a éstos a cargo de la ciudad en su ausencia. Que cada uno esté enfrente de su casa , es decir, cada uno a su vez velando con los demás, en ese lugar de vigilancia que está al lado de su casa.

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