El que labra su tierra, que emplea su tiempo y sus fuerzas en una vocación honesta; se saciará de pan Tendrá, por la bendición de Dios, alimento conveniente para él y su familia; pero el que sigue a los vanidosos, que se asocia con ellos y sigue su ocioso curso de vida; carece de comprensión. Encontrará al fin, por los rumbos desesperados a los que lo conducirán, que no sólo quiere pan; pero comprensión.

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