La ira del necio se conoce actualmente por sus palabras imprudentes y acciones indecentes, por las que se expone a la vergüenza; pero el hombre prudente cubre la vergüenza , o bien, primero, la vergüenza, el oprobio o la injuria que le han hecho otros, que él oculta y soporta con paciencia; o, 2d, su propia vergüenza, a la que la locura de la ira temeraria habría lo expuso.

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