El entendimiento es un manantial de vida. Un entendimiento claro y un juicio correcto de las cosas, como un manantial inagotable, da consuelo y satisfacción perpetuos al que lo tiene, y lo hace muy útil a los demás; pero la instrucción de los necios es necedad. Su conocimiento es frívolo y vano; sus consejos más graves y serios son necios; y, por tanto, si se comprometen a instruir a los demás, sólo los hacen como ellos mismos. El corazón del sabio enseña a su boca qué, y cuándo y cómo hablar, y le impide hablar precipitadamente y neciamente; y agrega conocimiento a sus labios. Le permite comunicar sus pensamientos a los demás de manera tan juiciosa y sabia, no solo para mostrar su propio conocimiento, sino para aumentar el de ellos.Las palabras agradables son como un panal de abejas , etc. A saber, los discursos de los sabios, mencionados en último lugar, que producen tanto beneficio como placer; sus sanos consejos y reconfortantes comodidades.

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