La suerte se echa en el regazo Como la antigua práctica era dividir herencias y decidir en casos dudosos; pero toda su disposición es del Señor. El evento, aunque casual para los hombres, está dirigido y determinado por el consejo y la providencia de Dios. Pero debe observarse bien que cuando se hacen llamamientos solemnes a la divina providencia, mediante el echado de suertes, para que se decida una cuestión de momento, que de otro modo no podría decidirse en absoluto, o no tan bien, Dios debe ser aplicado mediante oración para dar una suerte perfecta, 1 Samuel 14:41 ; Hechos 1:24 ; y luego su decisión debe ser aceptada con entera satisfacción, bajo la persuasión de que es sabia y justa.

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