Por los labios de una mujer extraña , etc. Te concierne conseguir y usar la discreción, para que puedas resistir esas múltiples tentaciones a las que estás expuesto; gota como un panal de miel Sus palabras y discursos son dulces, agradables y prevalentes. Pero su final es amargo como el ajenjo. Su designio, y el efecto de esa lascivia a la que atrae a los hombres, son la destrucción del pecador. De modo que el comienzo de esta relación no es tan dulce como la conclusión amarga: después de un breve placer sigue un largo dolor, por el deterioro de la salud, la fuerza, las propiedades y el crédito de los hombres, sobre los cuales no pueden reflexionar sin problemas y aflicción, remordimiento de conciencia y angustia de espíritu, porque, como una espada que corta por ambos lados, hiere la mente y el cuerpo.

Sus pies Su curso, o forma de vida, descienden a la muerte. Lleva a los que la siguen a un final prematuro, vergonzoso y miserable. Sus pasos se apoderan del infierno. Tener a alguien, al menos, conversar con ella, es acercarse a una destrucción segura e inevitable. ¿No sea que reflexiones? Aunque se te ocurra hacer una retirada a tiempo: serás engañado, teniendo ella más artes de las que jamás hayas conocido (dando vueltas y vueltas de mil maneras) para impedirte siquiera deliberar acerca de tu vida. volver a un curso de vida virtuoso.

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