Alabad al Señor desde la tierra, dragones y todos los abismos. “Desde los cielos, el salmista desciende hasta el abismo, el cual, mientras proclama el poder, observa las leyes y decretos del que lo hizo y lo derramó. Y lo mismo puede decirse de sus enormes habitantes, que están bajo el mando de Jehová, y de nadie más que de él ”. Por dragones aquí, podemos entender serpientes, que habitan en las profundas cavernas o agujeros de la tierra; o, mejor dicho, ballenas, cocodrilos y otros monstruos marinos, que habitan en las profundidades del mar o de los ríos, y que a menudo se refieren a la palabra תנינים, que aquí se traduce como dragones.

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