Alabado sea el Señor, el aleluya se dirige de inmediato a la esfera más elevada de la creación. Alabad al Señor desde los cielos, siendo llamados todos los habitantes de los cielos para que envíen sus voces en gozosa alabanza a Jehová; alabadle en las alturas, desde las alturas del cielo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad