Servid al Señor con temor , es decir, con reverencia y un terrible sentido de su grande y gloriosa majestad, haciéndolo cuidadoso y diligente para agradarlo, y temeroso de ofenderlo. Y regocíjense . No estimen su yugo por su deshonra y agravio, pero sepa que es mayor gloria y felicidad ser los súbditos de este Rey que ser los emperadores del mayor imperio; y en consecuencia, regocíjense en ello, y bendigan a Dios por esta inestimable gracia y beneficio; con temblor. Esto se suma para significar la cualidad del gozo al que los llama y para distinguirlo del regocijo carnal y mundano que suele ir acompañado de seguridad y presunción; y para advertirles que tengan cuidado de no convertir esta gracia de Dios en desenfreno; pero por el contrario,obrar su salvación con temor y temblor.

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