Nos regocijaremos en tu salvación. Por esto muestran su confianza en Dios y su seguridad de la victoria. En el nombre de nuestro Dios , es decir, en honor de Dios, colocaremos nuestras banderas en el camino del triunfo, que, entre otras formas, se celebró con la instalación de banderas o trofeos. Ahora sé que yo , etc. Ya tengo la seguridad de la victoria al considerar el poder y la fidelidad de Dios, y el amor a su pueblo. Estas palabras parecen haber sido dichas por el mismo David; o más bien, por el sumo sacerdote. El Señor salva a su ungido. Ciertamente salvará con la fuerza salvadora de su diestra. Esto muestra cómo Dios lo escucharía, aun salvándolo con mano fuerte.

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