El justo se regocijará cuando vea la venganzaLa venganza de Dios sobre los enemigos de su iglesia. Es decir, se regocijará cuando vea los benditos efectos de ello; la reivindicación de la honra de Dios, y la liberación de sí mismo y de todos los hombres buenos. La pompa y el poder, la prosperidad y el éxito de los malvados, suelen desanimar a los justos. Debilita sus manos y, a veces, es una fuerte tentación para ellos poner en tela de juicio la sabiduría y la equidad de las dispensaciones de la divina providencia; pero cuando ven que los juicios de Dios se llevan a los impíos y que se les castiga con justa venganza, aunque sólo en parte, por el daño que han hecho al pueblo y a la causa de Dios, se regocijan en la satisfacción que les da a su fe en La providencia de Dios, y en su justicia y rectitud al gobernar el mundo.Él lavará sus pies en la sangre de los impíos. Habrá una matanza tan grande de sus enemigos, que podría, si quisiera, lavarse los pies en su sangre. Es una alusión a un gran conquistador que, al "regresar con una victoria completa de la matanza de sus enemigos, moja los pies en su sangre al pasar por encima de sus cadáveres". Monseñor Patrick.

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