Por tanto, el que habla, etc., por tanto, si alguno de vosotros es aficionado a hablar lenguas, por un poder milagroso, que él mismo conoció antes que un extraño, y del que los que no lo han aprendido no pueden sacar nada; que ruegue a Dios que, cuando venga entre tales personas, también pueda interpretar lo que dice en su lengua vulgar, para que no sea un montón de palabras ininteligibles para ellos; pero para que se beneficien del discurso.

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