Por tanto, el que habla en lengua desconocida, ore para poder interpretar.

Ver. 13. Ore para que él pueda interpretar que ] el Papa Inocencio III nunca oró así; porque dijo que la Iglesia decretó el servicio en una lengua desconocida, Ne sacrosaneta verba vilescerent, para que no se subestimaran las santas palabras. Pero las oraciones públicas en una lengua desconocida, dice Erasmo, deben atribuirse al cambio de tiempo mismo en Italia, Francia y España, porque allí durante mucho tiempo todos entendieron el latín. Pero cuando después sus discursos degeneraron en esas lenguas comunes que ahora se usan, entonces se alteró el idioma, no del servicio, sino del pueblo.

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