Y ella se sentó a su diestra: Nada puede ser más respetuoso que el comportamiento de Salomón con su madre; Tampoco podría haberle mostrado más honor que sentarla a su derecha: porque en aquellos tiempos, sentar a una persona a la derecha era igualarla a uno mismo y hacerla partícipes del mismo rango, dignidad, y poder. Ver Salmo 110:1 .

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