Ciertamente, vive el Señor. Se puede observar que Aquis en esta ocasión hace uso de esa forma de juramento que se obtuvo entre los judíos, como vive el Señor;de lo que algunos han llegado a la conclusión de que Aquis había aprendido una parte de la religión de David; y otros van a grandes extremos del otro lado; para lo cual, reconozco, no veo motivos. David era un hombre de dirección suficiente; sabía muy bien cómo conversar con los reyes; ni fue Aquis el primero cuyo favor le habían ganado sus logros. Con toda probabilidad, estipuló el libre ejercicio de su religión, antes de lanzarse a su servicio; y tal estipulación naturalmente podría ir acompañada de una disculpa a su favor. Tampoco el carácter de David nos permitirá suponerlo tan frío y despreocupado en ese punto, como para omitir cualquier oportunidad de recomendar su religión de la mejor manera; porque seguramente ningún mortal lo tuvo más en el corazón; especialmente después de esa declaración, que él mismo hizo en el Salmo 119, sec. 6.

( vau ) Hablaré de tus testimonios aun delante de los reyes, y no me avergonzaré. ¿Qué es de extrañar entonces si David debería haber instruido, y Aquis se benefició en este punto de la conversación de David? Pero después de todo, posiblemente, Aquis podría haber jurado por Jehová en esta ocasión, como lo hizo el judío por Jesús, a quien el viejo duque de Ormond, (tan propiamente y con una sátira tan fina sobre esa profanación demasiado común entre los cristianos) reprendió. por su seguridad, al presumir de jurar como un cristiano.

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