Cuando estaba en aflicción, suplicó al Señor, etc.— Los judíos tienen una tradición, que mientras Manasés estaba en Babilonia, por orden de su conquistador, lo pusieron en una vasija grande de bronce, llena de agujeros, y lo pusieron cerca de un gran fuego; que, en su extremo, había recurrido a todas esas deidades falsas a las que había ofrecido tantos sacrificios, pero no recibió ningún alivio de ellas; que, recordando lo que había oído decir a su buen padre Ezequías, a saber: "Cuando estés en tribulación, si te vuelves al Señor tu Dios, él no te abandonará, ni te destruirá". Deuteronomio 4:30en ese momento fue liberado de inmediato, y en un momento trasladado a su reino. Esto no es menos ficción que esa llama milagrosa, de la que habla el autor del comentario imperfecto sobre San Mateo, que envolvió a Manasés de repente cuando estaba orando a Dios, y, habiendo derretido sus cadenas, lo puso en libertad. .

Con toda probabilidad, fue Saos-duchin, el sucesor de Esar-haddon, quien, algunos años después de su cautiverio, liberó a Manasés de la prisión. El obispo Hall destaca, a partir de este versículo, la verdad del dicho del profeta: La aflicción da entendimiento. Si la cruz no nos lleva al cielo, dice, nada puede. ¿Qué uso tenía el grano, sino el filo de la hoz con que se corta, el golpe del mayal con que se trilla, el peso y el desgaste del molino con que se tritura, el fuego del horno con que se trilla? se hornea? Di ahora, Manasés, con ese abuelo tuyo: Bueno me es haber sido afligido:Tu hierro te fue más precioso que tu oro; Tu cárcel fue para ti un alojamiento más feliz que tu palacio; Babilonia fue para ti una escuela mejor que Jerusalén. ¡Qué necios somos al desaprobar nuestras aflicciones! Estos, por severos que sean, son nuestros mejores amigos: no son, en verdad, para nuestro placer, sino para nuestro beneficio; su problema los hace dignos de ser recibidos. ¿Qué debería importarnos lo amarga que es esa poción que nos trae salud?

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