Yo soy el SEÑOR tu Dios, etc. — Algunos suponen que este es el prefacio del primer mandamiento; pero parece, más bien, ser la introducción general a todos ellos, especialmente como se encuentra en Levítico 19:25 ; Levítico 19:31 ; Levítico 19:34 , & c. sujeto a una gran variedad de mandamientos.

Jehová, que está a punto de entregar leyes a los hebreos, como su Dios y Rey peculiar, en estas palabras reconoce sus augustos títulos y su justa autoridad sobre ellos: fundamentando su pretensión de obediencia a ellos, no en el argumento general de su supremacía universal y dominio; pero en la de su protección particular hacia ellos, fundada en el pacto que había concertado con sus padres, y en la redención de ellos de la esclavitud egipcia, que había perfeccionado como consecuencia de ese pacto. Yo soy JEHOVÁ, tu

אלהים elohim, el Libertador prometido en pacto contigo y tus padres; y que, en cumplimiento de ese pacto, te saqué de Egipto para darte la tierra que te prometí; tú, por tanto, tan peculiarmente relacionado conmigo, escucha mi voluntad y obedece mis mandamientos; y así heredarás la bendición.

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