No tendrás otros dioses delante de mí. Después del prefacio general, sigue los mandamientos; las cuales, como leemos más adelante, fueron entregadas por Dios a Moisés en dos tablas; el que contiene, según esa división que desde entonces ha prevalecido generalmente, los cuatro primeros mandamientos, que comprenden nuestro deber para con Dios; el otro, los seis últimos, que comprenden nuestro deber hacia el prójimo: y de ahí esa gran división hecha por nuestro Salvador, del amor a DIOS y del amor al prójimo. Ver Mateo 22:37 ; Mateo 22:46. Obsérvese, de una vez por todas, que estos preceptos, aunque expresados ​​en términos negativos, implican deberes positivos: porque aunque abstenerse del mal es un gran y esencial deber; sin embargo, el Todopoderoso requiere que tengamos el mismo cuidado, por otro lado, de realizar lo que es correcto. Además, también, puede ser necesario señalar, en la forma autorizada en que se dictan estas leyes; una manera, que claramente revela la regla superlativa y el poder del Legislador Divino.

En este primer mandamiento, Jehová, que se había declarado a sí mismo el DIOS del pacto de los judíos, aquí prohíbe la rebelión contra sí mismo; ordenando estrictamente que no haya otro dios para ellos, אלהים, que no tengan ni confiesen otro Libertador o Salvador que Él: No conocerás a Dios sino a mí; porque no hay otro Salvador fuera de mí, dice en Oseas 13:4 . Como toda la institución mosaica fue calculada para preservar el conocimiento del Dios verdadero, el único Redentor de la humanidad, y para preservar al pueblo del contagio de la idolatría imperante; de modo que este mandamiento se dirige inmediatamente a esas deidades falsas y salvadores imaginarios, a quienes adoraban los egipcios, los cananeos y otros idólatras. La frase, ante mí, פני עלol peni, se interpreta de diversas maneras. La LXX lo traduce πλην εμου, junto a mí; que Houbigant aprueba. El hebreo es, literalmente, antes de rostros, o mis rostros; y, por tanto, antes que yo, es el preferido por Le Clerc y otros; que piensan que la frase se refiere a la presencia continua y la inspección de Jehová sobre Israel.

Ainsworth piensa que también puede significar, primero, mientras yo sea, o para siempre. Y segundo, en todos los lugares; porque el rostro de Dios está en todas partes. Como Dios ahora estaba guiando a los israelitas, yendo delante de ellos, como su Gobernante y Guía; y como él siempre continuó en un sentido peculiar, durante la teocracia, en esta relación, como el Dios ante el cual debían caminar, ¿no puede ser el significado del mandamiento, no habrá para ti dioses extraños delante de tu rostro? Traduzco la palabra אחרים acherim, extraña, como lo hace Houbigant, siguiendo la Vulgata (alienos); refiriéndose a esos dioses extrañosde los paganos; contra quien, hemos observado, este mandamiento parece especialmente dirigido.

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