Y el río producirá: es decir, el río Nilo, con todos sus arroyos, estanques, lagos y, en una palabra, todo el cuerpo de aguas que procedía de él y fue formado por él solo en Egipto. El Nilo era notablemente fecundo en ranas; pero una cantidad tan inmensa como la que se produjo instantáneamente en esta ocasión, indicó sin duda un poder milagroso. Las expresiones, en tu casa, tu cama, tus hornos, etc.

declare, que el enjambre debe ser tan grande como para apiñarse, contrariamente a la naturaleza del reptil, en los lugares más frecuentados y más secos. Y el cuarto versículo, que limita esta plaga a Faraón y su pueblo, muestra de nuevo cuán bondadosamente Dios preservó a los israelitas de ella. Una distinción que, uno habría pensado, debería haber causado que los más ciegos vean y los más difíciles de sentir.

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