Ver. 19. Y Josué dijo al pueblo: No podéis servir al Señor, etc. Estas palabras puede que él entendiera de dos maneras. 1. Pueden significar "no servirás al Señor; preveo que no cumplirás tu palabra", en el mismo sentido en que se dice de Jesucristo, que no pudo obrar milagros en Nazaret, para expresar que no lo haría; o, como cuando dijo a los judíos, no podéis oír mi palabra; es decir, tus prejuicios y pasiones te impiden desearlo. 2. Pueden significar "la cosa es difícil, requiere mucho coraje, y te costará más de lo que crees, debido a las tentaciones que tendrás que vencer para lograrlo". Estos dos sentidos parecen necesarios para estar unidos para la comprensión adecuada del pasaje.

La intención de Josué es ciertamente, no insinuar a los israelitas que les será imposible servir a Dios; porque entonces, ¿por qué habría de exhortarlos a que le sirvieran, como acababa de hacer en el vers. 14.? Su propósito es evidente: es despertar el celo de los israelitas, comprometerlos seriamente a reflexionar sobre lo que prometieron y estimular sus protestas de fidelidad, al parecer dudar de la sinceridad de ellos: como si hubiera dicho: "Prometes servir a Dios, pero ¿puedes hacerlo, cuyas inclinaciones a la idolatría son tan fuertes? ¿Y serás lo suficientemente firme y valiente para perseverar sinceramente en el deseo de hacerlo?"

Porque es un Dios santo; es un Dios celoso, etc.— Como no tiene igual, tampoco puede sufrir un rival. Rendir a los ídolos ese culto que sólo él merece, o incluso asociarlos al homenaje que se le rinde, es disputarle, quitarle una parte de esa perfecta santidad que constituye su gloria, y es lo que el La Escritura llama profanar su santo nombre. Ver Discursos de Mede, b. 1: disco. 2.

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