Por tanto, ¿me ama mi Padre: "Nada puede mostrar la gran consideración que tengo por la salvación de la humanidad en una luz más fuerte, que dar mi vida para promoverla y asegurarla; y esto es tan correspondiente a las operaciones de la bondad infinita , que mi Padre no puede dejar de mirarme como un objeto de amor infinito, incluso por eso ". En lugar de que pueda volver a tomarlo, podemos traducir las palabras para volver a tomarlo;porque si nuestro Señor hubiera dado su vida y hubiera permanecido bajo el poder de la muerte, no se podría haber concluido que él había hecho una expiación suficiente, o que Dios se reconcilió con la humanidad por el sacrificio de sí mismo; pero al entregar su vida para reanudarla de nuevo, era evidente que su muerte había expiado los pecados de la humanidad, y que quien había vencido a la muerte, podía salvar y rescatar del poder de la muerte a los que murieron en su fe. Además, podemos observar que era necesario que los sufrimientos de Cristo fueran voluntarios, para que fueran meritorios o justos; de donde es que agrega tan enfáticamente, nadie me quita la vida, Juan 10:18 pero yo la doy por mí mismo: tengo poder para entregarla, etc.

lo que nos da una idea sublime de la dignidad y la persona de nuestro Señor. Pero esta idea se acentúa, cuando se considera, que no solo tenía poder para dar su vida, sino que también podía tomarla de nuevo. Como mortal, la muerte le era común a otros hombres; pero ¿qué mortal, aunque voluntariamente sacrificara su vida, podría tener en su poder para reanudarla? Que nuestro Señor renunció voluntariamente a su vida, evidentemente surgió del fuerte grito que pronunció justo antes de su muerte, con el que el centurión quedó tan afectado, Lucas 23:47 . Aparecerá que tenía todo el poder para hacerlo, porque tenía vida en sí mismo, Cap. Juan 5:26y también porque reanudó su vida después de haberla dejado. Nuestro Señor añade: Este mandamiento o comisión he recibido de mi Padre. "No doy mi vida, ni resucito de entre los muertos, sin el nombramiento de mi Padre: con respecto a ambos, actúo en estricta conformidad a su voluntad". El hecho de que nuestro Señor reciba esta comisión no debe considerarse como la base de su poder para entregar y reanudar su vida; pues esto lo tenía en sí mismo, como poseedor de un derecho original de disponer de él, anterior a la comisión del Padre: pero esta comisión fue la razón por la que utilizó así su poder al dar su vida.

El presente pasaje nos ofrece una respuesta completa a la objeción infiel de que, al permitir tanto mérito a la muerte y al amor de Cristo, menoscabamos grandemente el amor de Dios Padre; porque así como la redención del mundo por el Hijo puede inferirse de este versículo, como en estricta consistencia con la dispensación del Padre, así la benevolencia, bondad y misericordia del Padre parecen haber conspirado juntas para este gran fin; y cuanto reconocemos que se deben a los méritos del Hijo, no se lo debemos al Padre.

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