Y el Espíritu del Señor vino sobre él. Fue movido por un impulso extraordinario de Dios de tomar sobre él el gobierno del pueblo; lo cual nadie se atrevió a hacer, a menos que Dios mismo lo designara, quien era el Rey de la nación. Josefo dice que Dios se apareció a Otoniel, para que no pudiera dudar de la divinidad de su misión. El Caldeo Paraphrast parece favorecer esta opinión; porque él dice que el espíritu de profecía estaba sobre Otoniel. Sin duda, él, al igual que los demás jueces, no sólo tenía una incitación interior a emprender la liberación del pueblo de Dios, sino que también estaba dotado de un grado extraordinario de valentía y conducta. Respetando las dificultades cronológicas que surgen de las palabras del versículo 11, nos referimos al obispo Usher.

REFLEXIONES.— Los hijos de Israel apenas se han asentado antes de que se olviden de Dios y se desvíen en pos de los ídolos; pero sus sufrimientos siguen rápidamente a sus pecados. Tenemos aqui.

1. Su angustia. Debido a que se vendieron para hacer la maldad, Dios los vendió en manos del rey de Mesopotamia. Nota; Si nuestras aflicciones son largas o pesadas, serán aún menores de lo que merecen nuestras iniquidades.

2. Los que se olvidan de Dios en la prosperidad claman a él en su angustia. Es por la aflicción que Dios generalmente le trae a casa a su Israel rebelde. Sin duda, lloraron mucho y con frecuencia antes de que llegara la misericordia, Dios ejerciendo su fe y paciencia al mantenerlos durante ocho años esperando la misericordia. Nota; Siempre debemos orar y no desmayar. Aunque no siempre lo logramos al principio; sin embargo, si perseveramos, es seguro que al final no nos decepcionaremos.

3. Dios escuchó y contestó su oración. Otoniel, el yerno de Caleb, cuyo valor se había registrado antes, es levantado para su libertador. El Espíritu de Dios lo movió a emprender la obra de ellos y lo ayudó en el cumplimiento de la empresa, juzgó a Israel, los reprendió por sus iniquidades y los llevó de regreso a la adoración del Dios verdadero; y bajo su mano se quebró el poder de sus opresores, y tuvieron reposo cuarenta años.

Nota; (1.) Hay un Salvador cerca para aquellos que gimen bajo la carga del pecado. (2.) Si queremos que Cristo nos libere de los problemas externos, sea nuestro cuidado desechar la iniquidad interna. (3.) Aquellos que tienen a Cristo como su Salvador, encontrarán un descanso mayor que cuarenta años, incluso hasta los años de la eternidad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad