No bebas vino ni bebidas alcohólicas— Ver la nota sobre Levítico 10:1 . Por bebida fuerte se entienden aquí los licores intoxicantes inflamatorios que se preparan a imitación del vino; a partir de dátiles, higos, miel; con muchas otras clases de licores, que Plinio llama vina factitia, elaboraba vinos; particularmente el vino de palma, que se usaba mucho en esos países y se consideraba el más embriagador de todos. "El Señor, por este precepto", dice Ainsworth, (cuyo espíritu siempre permanecerá en vigor), "requirió sobriedad en sus sacerdotes y cuidado para administrar con justicia, para que no bebieran y se olvidaran de la ley; erraran por completo". vino, y apartaos de la sidra, Proverbios 31:5 .Isaías 28:7 . Por tanto, los ministros del Evangelio deben ser sobrios y no dados al vino ", 1 Timoteo 3:2 .

Un escritor erudito observa que había una ley entre los cartagineses, que Platón elogia, según la cual ningún magistrado durante todo el año que estuvo en el cargo, ni ningún juez mientras estuviera en acción o en el empleo, debería siquiera probar una gota de vino; que está de acuerdo con la máxima de Salomón, Proverbios 31:4. Porfirio nos informa que los sacerdotes egipcios o no bebían vino en absoluto o con moderación; alegando, como motivo de su abstinencia, que tenía tendencia a debilitar los nervios, afectar la cabeza, perjudicar la invención e inflamar las pasiones animales. Sin embargo, la razón por la que el vino está prohibido a los sacerdotes judíos se da en los versículos 10 y 11. Era para que pudieran conservar una mente clara y despejada, y pudieran, tanto para ellos mismos como para el pueblo, tratar las cosas santas con la debida distinción y enseñar a otros a hacer lo mismo; lo cual parece confirmar mucho lo que se insinuó en la primera nota: que Nadab y Abiú habían pecado por descuidar la preservación de esta claridad mental. Nota;1. La embriaguez es altamente criminal en todos, pero en los ministros es doblemente infame. 2. La intemperancia suele ir acompañada de muerte súbita. 3. Es imposible que enseñen la sobriedad a otros, cuya práctica desmiente su predicación.

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