En una vasija de barro, sobre agua corriente— Agua viva, en el original, es decir, fuente o agua de río, que se estimaba como la más pura; y sería mejor traducirlo así, porque el pájaro no debía ser sacrificado sobre agua corriente, propiamente hablando, sino sobre la vasija llena de esta fuente o agua de río. Hecho esto, debían realizarse las ceremonias mencionadas en los siguientes versículos, y el ave viviente soltaba; para mostrar, dicen algunos, que el leproso volvió a tener una conversación libre con sus vecinos, como el pájaro con el resto de su especie. El rito o ceremonia solemne aquí prescrito, según Spencer, fue ordenado para significar que la persona leprosa poseía que el Dios de Israel era el Señor tanto del cielo como de la tierra, y que su ayuda provenía de Jehová, quien hizo a ambos,Salmo 121:2 y esto, como él comprende, en oposición al politeísmo gentil, particularmente a su distinción de dioses del superior y dioses de las regiones infernales, los cuales eran adorados por oblación de pájaros; el primero dejándolos volar por el aire, el segundo matándolos.

Parker, sin embargo, de los Padres, comenta que la interpretación, que refiere todo esto al sistema cristiano, no debe olvidarse; así como el pájaro muerto tipificaba muy bien la muerte de Cristo, así también lo hizo el viviente, despedido al aire libre, su resurrección y ascensión. Bochart, observando una analogía entre este pájaro viviente y el chivo expiatorio, hace que ambos tipos de la resurrección de nuestro Salvador; y el ave muerta, y la cabra sacrificada, tipos de su muerte. Consulte la última nota de este capítulo y las reflexiones siguientes.

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