Un publicano llamado Leví, - Había en este tiempo en el imperio romano dos clases de personas, que podrían llamarse publicanos, (τελωναι.) Primero, los que cultivaban los impuestos de provincias enteras. Estos eran generalmente caballeros romanos, hombres de carácter muy honorable, como sabemos por los elogios que Cicerón les da. Fue este tipo de recaudadores de impuestos, a quienes se denominó propiamente publicanos.por los romanos; pero no parece que se mencionen nunca en los Evangelios. Estos no recaudaban los impuestos en persona, pero empleaban a sus libertos y esclavos en esa oficina; y para distinguir el número, les dio por ayudantes tantos nativos del país como fuere necesario. A esta clase de hombres también se les llamaba publicanos, (τελωναι) siendo, por así decirlo, subproductores de los impuestos; pero en latín su nombre propio era portitores. Su empleo estuvo acompañado de grandes tentaciones; para los impuestos que se cultivan por una suma, al recaudarlos de individuos, tenían el poder de exigir más de lo debido.

Además, en todos los países la subida de impuestos para una potencia extranjera es un negocio odioso, y no muchos de los nativos optarían por trabajar en él, excepto los de menor categoría y carácter. Por lo tanto, en la ejecución de esta oficina, estos hombres no dejaron de llevar las cosas al máximo, recaudando los impuestos con rigor y enriqueciéndose con el botín del pueblo. De ahí que esta clase de publicanos, en todos los países, se convirtiera en objeto de odio universal. En Judea, especialmente, eran particularmente infames, porque muchos consideraban que el pago de impuestos a los paganos era poco mejor que la apostasía de su religión. Estas circunstancias, junto con la injusticia que los publicanos solían cometer en la ejecución de su oficio, les ocasionó siempre ser clasificados como pecadores,e hizo que los que valoraban su propia reputación rehuyeran su compañía. Pero aunque los publicanos en general eran hombres malos, había entre ellos algunos de carácter diferente. Lo más probable es que Zaqueo fuera una persona de gran probidad y caridad, incluso antes de su conversión; y Mateo (aquí llamado Leví ) puede haberse parecido a él; al menos en los Evangelios no se encuentran indicios de prácticas injustas cometidas por él en el desempeño de su cargo. Generalmente se piensa que los impuestos que recaudó fueron los impuestos a las mercancías transportadas por el mar de Galilea hacia y desde Capernaum.

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