Quien no lo haga, etc.— "En cuanto a las personas adultas, de cierto os digo que, por vuestro comportamiento en esta ocasión, claramente necesitan la amonestación, quienquiera que sea, que no abrace el Evangelio del reino con humildad y mansedumbre, libre de hipocresía, ira y malicia, orgullo y ambición, en semejanza del temperamento de un niño, nunca participará de sus grandes y gloriosas bendiciones ".

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