Que le debía cien centavos. El centavo romano , o denario, del que aquí se habla, tenía un valor aproximado de siete centavos y medio de nuestro dinero, la suma total que se le debía no excedía mucho de tres libras esterlinas; por lo tanto, el criado exigió esta bagatela de una manera tan áspera a su compañero de servicio, inmediatamente después de su salida del palacio, donde se le había mostrado tanta indulgencia en un asunto de mucha mayor importancia, manifestó la disposición más baja en el hombre. La palabra επνιγε, que traducimos lo tomó por la garganta, importa el hacerlo de la manera más furiosa, casi para estrangularlo ; y por lo tanto expresa con más fuerza la crueldad del hombre.

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