Que no vuelva el que está en el campo. Nuestro Salvador usa estas expresiones para insinuar que su huida debe ser tan repentina y apresurada como la de Lot fuera de Sodoma; y la fuga de los cristianos como lo hicieron, fue la más providencial, porque después se impidió toda salida de la ciudad. Estas son expresiones tan fuertes como uno pueda imaginar, para instar a la retirada más rápida. De hecho, es observable que todo este discurso abunda en figuras de oratoria muy vivaces y se realza con las más nobles bellezas de la descripción. Véase Bishop Newton y Elsner's Observations, vol. 1.

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