He aquí, etc.— Si David, si Job, si los apóstoles y los mejores siervos de Dios, han sido probados en este mundo por la aflicción, ¿qué les habrá de esperar a los impíos y pecadores? Si Dios ni siquiera perdona a los justos las faltas que pueden cometer; ¿Cómo pueden los malvados, cuya vida entera no es más que una serie de crímenes, adularse impunemente? La LXX dice: Si el justo con dificultad se salva, ¿dónde aparecerá el impío y el pecador? Y su traducción es seguida por San Pedro, Efesios 1 cap. Proverbios 4:18 y el siríaco y árabe.

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