Toma aún los instrumentos de un pastor necio: El profeta sigue el orden del tiempo, para predecir la locura y la ceguera de los pastores, o de los sacerdotes y gobernantes de la nación judía, hasta la última destrucción de Jerusalén; quienes no solo despreciaron la religión y la seguridad de las ovejas, sino que incluso devoraron a las que valían la pena devorar; pastores de nada; Zacarías 11:17 porque así debían traducirse pastores de ídolos, sin retener nada del pastor sino el nombre. El brazo de los judíos se secó desde el momento en que ya no podían portar armas ni defenderse; como se oscurece su ojo derecho al verdadero conocimiento de las Escrituras, que leen como con un velo delante de ellos.

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