Y Jehú entró ... en la casa , es decir , en el atrio exterior delante del templo, donde esperaban todos los adoradores.

Que no haya aquí contigo ninguno de los siervos del Señor. - Esta precaución de Jehú sugiere sospecha a un lector moderno, pero sugeriría lo contrario a los adoradores de Baal - es decir, una reverencia extraordinaria por Baal; el temor de que algún profano esté presente en su santuario.

Siervos del Señor. - Adoradores de Jehová.

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