El Rey del cielo. - No está claro hasta qué punto llegó el rey a creer en un solo Dios. Sin embargo, se puede notar un progreso en su carácter espiritual, efectuado por la gracia de Dios, después de cada una de las entrevistas que mantuvo con el profeta. Al principio ( Daniel 2:26 ) su fe no era más alta que la que tiene un pagano en sus propias supersticiones.

Esto se convierte ( Daniel 2:47 ) en la creencia de que el Dios de Daniel es "un Dios de dioses, un Señor de reyes y un revelador de secretos". Pero incluso en ese momento no había llegado a nada parecido a la creencia de que Jehová era igual a sus propios dioses. La historia de los tres santos niños muestra la poca profundidad que había en su profesión anterior, porque en Daniel 3:15 se le representa poniéndose por encima de todos los dioses.

Después del milagro realizado a favor de ellos, reconoce que Jehová es “el Dios altísimo”, aunque siguió considerándolo sólo al nivel de su propio Bel-Merodach. Este capítulo lo representa reconociendo que "el Altísimo" es la causa de su recuperación y alabando al "Rey del cielo". Sosteniendo, como lo hizo, la teoría babilónica de la enfermedad, debió haber supuesto que estaba bajo la influencia de algún espíritu maligno; y, con miras a su recuperación, sus magos deben haber tratado su enfermedad con hechizos, amuletos, exorcismos y colocando ante él imágenes de sus dioses.

Esta acción de gracias permite suponer que había renunciado a gran parte de su fe en sus antiguas supersticiones y que avanzaba hacia la verdad, si no en posesión de ella.

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