Así ( mejor, y ) Moisés, siervo del Señor, murió allí en la tierra de Moab, conforme a la palabra del Señor. - ¡Literalmente, sobre la boca del Señor, y de ahí la interpretación judía de que murió por un beso! Pero el lenguaje de la narrativa sagrada es demasiado simple para necesitar incluso esta interpretación. Durante muchos años había sido costumbre de Moisés hacer todo “por boca del Señor.

“Sólo un error fatal estropea el historial de obediencia. Fue solo un último acto de obediencia el acostarse y morir a la palabra de Jehová. Es extraordinario, cuando consideramos la historia de los últimos días de Moisés, cómo se deja a un lado por completo el yo. No hay ansiedad por el mundo invisible ni expresión positiva de esperanza. San Pablo dice mucho más que Moisés sobre sus perspectivas en la vida venidera. Para Moisés, la muerte es una fuente de ansiedad a causa de su pueblo, y una fuente de dolor para él mismo, porque no puede cruzar el Jordán y ver las obras de Jehová al otro lado.

Más allá de esto, su reticencia es absoluta y su tranquilo silencio es sublime. Pero murió en compañía de Jehová, y muy bien pudo haber sentido que no perdería Su presencia en el otro mundo. “Debajo estaban los brazos eternos”, como había dicho antes. Jehová estaba con él, y no temía mal alguno. Era tan valiente que no parece que se le haya ocurrido decir que no tenía miedo.

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