Hechos 20:2

Y cuando hubo repasado esas partes. - Aquí también podemos completar el esquema de la narrativa de las Epístolas. Podemos dar por sentado que San Pablo volvería a visitar las iglesias que él mismo había fundado en Tesalónica y Berea, así como en Filipos. Los nombres en Hechos 20:4 indican que los delegados fueron elegidos, probablemente por su dirección, para el gran viaje a Jerusalén, que ahora comenzó a contemplar.

Romanos 15:19 indica una gama aún más amplia de actividad. Había tomado la gran calzada romana a través de Macedonia, y yendo hacia el oeste hasta las orillas del Adriático, había predicado el evangelio en Illyricum, donde aún no se había escuchado.

Vino a Grecia. - La palabra Hellas, o Grecia, parece empleada como sinónimo de Acaya, la provincia del sur. Esto puede haber llevado a una visita no registrada a Atenas. Sin duda lo llevó a Corinto y Cencrea. Allí, esperamos, encontró todas sus esperanzas cumplidas. Gayo estaba allí para recibirlo como invitado, y Erasto seguía siendo un amigo fiel. Allí, si no antes, encontró a Timoteo, y tenía con él a Jasón de Tesalónica y Sosipater de Beroa ( Romanos 16:21 ).

En un aspecto, sin embargo, encontró un gran cambio y extrañaba a muchos amigos. El decreto de Claudio había sido revocado o ya no se aplicaba. Aquila y Priscila habían ido directamente de Éfeso a Roma al enterarse de que podían hacerlo con seguridad, y con ellos los muchos amigos, hombres y mujeres, la mayoría de la clase libertini , a quienes había conocido en Corinto, y cuyos nombres llenan un espacio tan grande en Romanos 16 .

El deseo que había sentido antes ( Hechos 19:21 ) de ver Roma fue naturalmente fortalecido por su ausencia. Su trabajo en Grecia había terminado, y sintió un impulso, no meramente humano, que lo atraía hacia el oeste. Un viaje rápido a Jerusalén, una breve visita allí, para mostrar cuán generosos eran los dones que las Iglesias gentiles enviaban a las Iglesias de la Circuncisión, y luego el deseo de su vida se vería satisfecho.

Predicar el evangelio en Roma, pasar de Roma a los judíos en Córdoba y otras ciudades de España ( Romanos 15:24 ), eso era lo que ahora se proponía a sí mismo. La secuela de la historia muestra cuán diferente fue en realidad un camino marcado para él.