Porque su Dios le instruye a la discreción ... - Mejor, como en el margen, con una ligera variación, Él trata a cada uno como conviene, su Dios instruyéndolo. El profeta considera la habilidad del labrador de la tierra, que parecía el resultado de una larga experiencia, como nada menos que un don de Dios. Las leyendas de los gentiles abrazaron ese pensamiento en los mitos de Osiris y Oannes, de Dionisio y Triptolemos; Isaías declara el hecho sin el mito.

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