No les escuches. - La profecía de la restauración de los vasos del Templo claramente no fue una mera predicción. Se había utilizado como incentivo para la rebelión. "Haz un último esfuerzo", decían virtualmente los profetas, "y el saboteador se verá obligado a vomitar su botín". El profeta vio que tal esfuerzo sólo aceleraría la destrucción total del Templo y la ciudad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad