Bendito sea ese sirviente. - Las palabras, tomadas en su carta, parecen referirse sólo a aquellos que se encontrarán así en el momento del advenimiento final. Sin embargo, la percepción cristiana les ha dado, con razón, una aplicación más amplia. Así como hay “días del Señor” en la historia de las iglesias y las naciones, así el Señor viene a los hombres en las crisis de sus vidas individuales; y una de esas venidas es el día de la muerte que cierra el tiempo de prueba de su vida terrenal y los lleva a la presencia del Juez.

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