Ya sea que se enfurezca o se ría, es decir, si el sabio lo trata con severidad o con buen genio, pero "no hay descanso", el necio no cesará en su necedad; o, el sentido puede ser, "el necio se enfurece y se ríe"; no escucha en silencio los argumentos, por los que podría llegar a la sabiduría, sino que es violento o arrogante.

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