CXLVI.

Este himno litúrgico, que comienza y termina con el conocido "Aleluya", es el primero de una serie de cinco que a veces se denominan "griego", a diferencia del "egipcio", Hallel. Evidentemente, se compuso para una época de gran depresión nacional, cuando la comunidad, harta de depender del favor de los príncipes extranjeros, se volvió cada vez más al pensamiento de la justicia eterna y la fidelidad de Jehová.

La recurrencia en una forma ligeramente modificada de Salmo 146:4 en 1Ma. 2:63 muestra que el salmo existía cuando ese libro fue escrito, y también sirve para confirmar la impresión de que pertenece a la época de los Macabeos. El ritmo es variado.

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