“La última palabra del salmo es Tehillah; el único privilegio supremo del pueblo de Dios; la confianza exultante y triunfante en Dios, que sólo sus escogidos pueden albergar y expresar. Aquí se coloca en espléndido contraste con el reproche de los paganos y de los vecinos maliciosos mencionados en el versículo anterior. Que maldigan mientras tú bendigas (Burgess, Notes on the Hebrew Psalms ).

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