Porque donde hay envidia y contienda, hay confusión. - Donde existe la emulación, el celo y la rivalidad, también hay sedición, anarquía, disturbios inquietos y todo acto vil. Todo el estado es malo y completamente contrario a la regla del Evangelio.

"Que las palabras y los nombres luchen contra los fanáticos enojados:
cuya vida es incorrecta, nunca puede estar bien".

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